Volví a nacer
Como todos los 24 de septiembre desde hace seis años, me levanto con Los enemigos tarareando "he vuelto a nacer".
Todavía recuerdo aquella semana como si fuera ayer. Comenzaba a la espera de que nos dejara José Antonio Labordeta, y nos dejó. Aunque ya era domingo, yo estaba en el sábado todavía cuando me avisaron.
Los dos días siguientes fueron emocionantes, sorprendentes, tristes, llenos de algo que podría ser orgullo por haber compartido con ese hombre algunos momentos y muchas inquietudes. En resumen, un privilegio para mí por poder estar presente en la Aljafería, en primera fila, durante unos momentos históricos, acompañando a una familia a la que nada podía quitarle el dolor, ni las miles de personas que pasaron por allí ni nuestra compañía.
La visita a la tumba de Joaquín Costa para llevar las flores que tanta gente había traído o mandado a la Aljafería fue también muy simbólica para mí. Decía mucho de esas personas que tienen claro de dónde vienen y adónde van. Y Labordeta y su familia tenían clara esa herencia y esa deuda. Porque al final Aragón siempre será de quienes lo defiendan y de quienes luchen por él. Y esos días Aragón era suyo.
Y continuamos trabajando aquella semana. Y llegó el viernes 24. Y tuve que irme a Fraga, en representación de CHA, a sustituir a Bizén Fuster en una reunión por el desdoblamiento de la N-II, con Salvador Ariste y representantes de otros partidos, junto a alcaldes y alcaldesas de los municipios afectados.
Y es lo que tiene la N-II. Una tarde después de comer, el sol en los ojos, a 80 por hora detrás de camiones, rodeada de ellos por todos los lados y se te cierran los ojos.
Y algunas veces, no muchas, vuelves a nacer.
(Publicado en arainfo.org el 24 de septiembre de 2016)
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