DEL 1 DE MAYO Y DE LA HISTORIA DE ARAGÓN
Como tengo que irme ya pronto a Zaragoza a manifestarme para conmemorar el Primero de mayo, me voy a limitar a copiar aquí un post relacionado con el día de hoy de un blog que recomiendo fervientemente tanto por los temas que trata, como por su actualización, porque está al día de todo lo que sucede en Aragón y más allá. No le he pedido permiso a su autor, pero seguro que no le importa. Es el Blog de Pepe Soro, Vicesecretario de CHA y muchas cosas más que podéis descubrir en su Pepesoy.
Hoy es primero de mayo. Es la fecha más emblemática en la lucha por los derechos de los trabajadores. Rendimos homenaje a los sindicalistas ejecutados en Estados Unidos por participar en las movilizaciones en reivindicación de la jornada de ocho horas que se desarrollaron en Chicago, iniciadas con la huelga del día 1 de mayo de 1886.
Exactamente 50 años después, a miles de kilómetros de Chicago, en un país llamado Aragón, ocurrían también unos hechos que son parte esencial de nuestra historia colectiva, pero que, tristemente, son ignorados por la mayoría.
El 1 de mayo de 1936 tenía lugar en Caspe la apertura del Congreso a favor de la autonomía aragonesa. En este Congreso se fijaron las Bases para redactar el futuro Estatuto de Autonomía de Aragón, que fue aprobado el día 6 de junio, también en Caspe. Con arreglo a la Constitución de la II República, este texto debía ser propuesto por la mayoría de los Ayuntamientos aragoneses y aprobado en plebiscito por la ciudadanía. Pero no pudo ser. A los pocos días, el golpe de estado fascista cortó de raíz las ansias de autogobierno del pueblo aragonés.
En un día como hoy, además de exigir que la crisis no sirva de excusa para vulnerar los derechos de los trabajadores, creo que también es bueno recordar la primera de las Bases aprobadas en Caspe en mayo de 1936 para redactar el Estatuto:
La personalidad de Aragón queda definida por el hecho histórico y por la actualidad de querer ser
Esta frase encierra la esencia de lo que es una Nación. Creo que no puede expresarse mejor: una Nación es, ante todo, la actualidad de querer ser.
Exactamente 50 años después, a miles de kilómetros de Chicago, en un país llamado Aragón, ocurrían también unos hechos que son parte esencial de nuestra historia colectiva, pero que, tristemente, son ignorados por la mayoría.
El 1 de mayo de 1936 tenía lugar en Caspe la apertura del Congreso a favor de la autonomía aragonesa. En este Congreso se fijaron las Bases para redactar el futuro Estatuto de Autonomía de Aragón, que fue aprobado el día 6 de junio, también en Caspe. Con arreglo a la Constitución de la II República, este texto debía ser propuesto por la mayoría de los Ayuntamientos aragoneses y aprobado en plebiscito por la ciudadanía. Pero no pudo ser. A los pocos días, el golpe de estado fascista cortó de raíz las ansias de autogobierno del pueblo aragonés.
En un día como hoy, además de exigir que la crisis no sirva de excusa para vulnerar los derechos de los trabajadores, creo que también es bueno recordar la primera de las Bases aprobadas en Caspe en mayo de 1936 para redactar el Estatuto:
La personalidad de Aragón queda definida por el hecho histórico y por la actualidad de querer ser
Esta frase encierra la esencia de lo que es una Nación. Creo que no puede expresarse mejor: una Nación es, ante todo, la actualidad de querer ser.
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