Fin de semana agroecológico, antifascista y de recuerdo

Tras un viernes viajero en Fonz -donde me hubiera gustado quedarme el fin de semana y no ha podido ser- comenzando la celebración del 14 de abril con el homenaje a nuestras "portadoras de sueños" republicanas, el sábado por la mañana me acerqué a Nuez donde, dentro de la Semana de lucha contra los transgénicos y por la soberanía alimentaria en Aragón, se había organizado EcoNuez, un mercado agroecológico acompañado de otras actividades que -una pena- no pude disfrutar por falta de tiempo. Pero aún pude encontrarme con algunas personas como Sole Pueyo, concejala de CHA, muy activa en el grupo organizador de este eco-encuentro; Antonio Gutiérrez, alcalde de Nuez; Pablo Salinas, exconcejal de Nuez al que hacía años que no veía; Antonio Pérez Lasheras, exprofesor mío de literatura en la Universidad, con el que luego hemos coincidido en otros muchos actos, o Marina Heredia, con la que prácticamente me conocía sólo virtualmente.

Pero el sábado no se quedaba ahí. Después de comer en Pina, volví a coger el coche para acudir al homenaje a las víctimas del franquismo que se celebraba en el cementerio de Torrero de Zaragoza, donde más de 3.000 personas fusiladas allí son recordadas con sus nombres en el monumento que todos los grupos políticos del Ayuntamiento aprobaron crear a propuesta de CHA. Siguen impresionándome como el primer día que las vi, las decenas y decenas de chapas de personas anónimas, sin nombre, en las que sólo pone "Hombre".

Sólo me quedó una cosa por hacer: volver a Nuez a ver las actuaciones de varios grupos entre los que estaban China Chana y el Comando Cucaracha. Una pena, porque seguro que estuvo genial, pero después de dos días con tanto viajecico, ya no podía más... Lo siento, Pepín ;-(

Y después de tantos actos esperanzadores y de buen rollo, llegamos a este domingo en el que la realidad golpea: dos mujeres más muertas en un Estado supuestamente civilizado. Perdonen que a veces dude al calificarlo así...