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Desde Pina: el blog de Marisa Fanlo Mermejo

25 años de aragonesismo de izquierdas, 25 años de CHA

25 años de aragonesismo de izquierdas, 25 años de CHA

El 29 de junio de 1986, más de medio centenar de personas deciden crear una nueva fuerza política. 25 años después, Chunta Aragonesista cuenta con representación en numerosas instituciones de la Comunidad y mantiene su perfil nacionalista y de izquierdas.

La desaparición en el año 1983 del Partido Socialista de Aragón dejó huérfana de una fuerza autonomista, aragonesista y progresista a la sociedad aragonesa. Tres años después, un grupo de personas echaba de menos un partido con el que identificarse y al que votar, por lo que decidieron intentar crear una nueva formación que recogiese los ideales que defendían.

El 17 de mayo de 1986, el Rolde de Estudios Nacionalista Aragonés convoca un encuentro con posibles interesados para abordar la creación o no de un partido político aragonesista y progresista. Una reunión de la que salió la conveniencia de que había las “suficientes” personas para acometer la creación de un partido, tal y como ha relatado Bizén Fuster, presente en aquellos momentos y en la actualidad diputado de CHA en la Diputación Provincial de Zaragoza.

Un encuentro que fue sucedido por otro, éste ya para tomar la decisión formal de constituirse como partido. La fecha elegida para ello fue el 29 de junio, una elección que no fue baladí sino que se tomó por su simbolismo al ser “la de la abolición de los Decretos de Nueva Planta”.

En esta reunión crean una comisión para redactar los estatutos y aprueban los perfiles ideológicos que acompañarán durante todos estos años a la formación: aragonesismo, ordenación territorial, comarcas, medio ambiente, socialista, defensa de la cultura aragonesa o pluralidad lingüística. A éstos, con el paso del tiempo se les han ido añadiendo algunos más, aunque manteniendo todos los anteriores.

A esta cita acuden unas 60 personas, “el grueso gente joven”. Personas que ocuparían cargos de responsabilidad durante los siguientes años como el propio Bizén Fuster o Chesús Bernal, que fue elegido primer secretario general de la formación, y que en aquellos años no llegaban a la treintena. El perfil de los asistentes era el de “gente joven y que había finalizado la carrera o aún estaba en la universidad”.

Todo para ellos era nuevo y lo sería en los siguientes años. Su llegada a la política y posteriormente a las instituciones se hizo sin que prácticamente ninguno de los allí presentes tuviese un bagaje anterior en ningún partido. “Éramos gente preparada, pero no teníamos ni un padre ni nadie que te lleve de la mano”. Así, tuvieron que aprender todo. Desde las relaciones con los medios, hasta la forma de realizar las mociones o de registrar un partido en el Ministerio de Interior. “Fuimos autodidactas totales, aprendiendo de lo que veíamos que hacían los otros. Aprendías todo. Fue un máster acelerado”.

Unas lecciones que comenzaron ese mismo año cuando una comisión redacta los estatutos, registran la formación en el Ministerio de Interior y convocan la I Asambleya Nazional en diciembre de ese mismo año. En esta cita el número de personas ya aumentó, casi doblando la cifra de asistentes al encuentro del 29 de junio. De allí sale elegido como primer presidente, Eduardo Vicente de Vera y como secretario general Chesús Bernal.

Primeras elecciones

Con apenas unos meses de andadura, Chunta Aragonesista decide presentarse a las elecciones autonómicas, municipales y europeas con el objetivo de ir cogiendo experiencia. A pesar de llevar poco tiempo, la formación obtuvo algo más de 6.000 votos en las autonómicas, siendo una de las fuerzas más votadas fuera del arco parlamentario de aquel momento. En las municipales consiguió ya representación en el Ayuntamiento de Artieda, mientras que en las europeas se presentó en la coalición Izquierda de los Pueblos, que no obtuvo ningún escaño.

La formación decide desde un primer momento agruparse en las comarcas y con los resultados de estas primeras elecciones su implantación va en aumento y ya en las siguientes elecciones, en el año 1991, “está prácticamente extendido por todo Aragón”, tal y como ha señalado Fuster.

En esas elecciones autonómicas y municipales, Chunta Aragonesista queda a apenas mil votos de lograr su primer escaño en las Cortes de Aragón y obtiene representación en los ayuntamientos de Teruel, Jaca, Barbastro, Tarazona y La Almunia de Doña Godina, así como las alcaldías de Artieda y Castillazuelo.

Los que habían iniciado el camino y los que se habían ido sumando con el paso de los años “ven que el proyecto va cuajando, va creciendo”. Un dato que se nota con la multiplicación de la militancia durante ese tiempo.

Consolidación electoral

Cuatro años después “es una cosa imparable” y la formación comienza a aparecer en las encuestas. Logra entrar por primera vez en las Cortes de Aragón con dos diputados, además consigue representación en los principales ayuntamientos de Aragón. Además, a las alcaldías ya conseguidas en la pasada legislatura en Artieda y Castillazuelo se sumará esta legislatura la de Biscarrués.

Fuster recuerda esos momentos como los de un proyecto “consolidado y muy maduro”, donde las personas que habían acudido a las primeras reuniones ya superaban la treintena y algunos de ellos se encontraban ya en puestos de responsabilidad sin haber llegado a los 40 años.

Ascenso vertical

Durante los años 1999 y 2000 la formación sigue su crecimiento. En esta primera fecha alcanzan los cinco diputados y se convierten en una opción de Gobierno en Aragón, aunque finalmente los socialistas pactan con el PAR y CHA se mantiene en la oposición. En las municipales logran aumentar el número de concejales y obtienen ocho alcaldías, además de representación por primera vez en las diputaciones provinciales de Zaragoza y Huesca.

Un año después llegan las elecciones nacionales. En 1996 José Antonio Labordeta se presentó por primera y “faltó un poco para sacar el escaño”, por lo que la expectación es máxima y finalmente logran un diputado en el Congreso. Un escaño que lograrían repetir cuatro años después, manteniéndolo dos legislaturas consecutivas.

Mejores resultados de la historia

Pero, no es hasta el año 2003 cuando la formación logra los mejores resultados de su historia, convirtiéndose en la tercera fuerza política en las elecciones municipales y en las autonómicas. Obtienen 9 diputados, 20 alcaldías, 199 concejales, cuatro diputados provinciales y unos 50 consejeros comarcales. Los resultados electorales permiten a Chunta Aragonesista pactar con el PSOE para gobernar juntos en el Ayuntamiento de Zaragoza.

En el 2004, José Antonio Labordeta vuelve al Congreso de los Diputados y CHA logra 94.000 votos y tres meses después la coalición “Europa de los Pueblos”, en la que se integra la formación aragonesista logra representación en Europa. Los acuerdos de rotación entre los partidos coaligados permiten que José Miguel Díaz Calvo sea el primer europarlamentario de esta fuerza política, aunque sea durante un curso político.

Retroceso

Tras haber obtenido los mejores resultados cuatro años antes, Chunta Aragonesista se presentaba en 2007 con el objetivo de mantener e incluso mejorar el número de votos logrados. Sin embargo, esto no fue así y la formación logró cuatro diputados en las Cortes y sufrió un gran retroceso en las municipales en la ciudad de Zaragoza, tras gobernar con el PSOE en el Ayuntamiento. En total, en las elecciones municipales la formación logró 23 Alcaldías, 228 concejales y un diputado en cada una de las diputaciones provinciales

Un año después, se produce el relevo generacional y los miembros fundadores dan un paso atrás para dejar que otros militantes ganen peso específico en la organización. Así, Bizén Fuster deja la Presidencia de la formación, cargo en el que llevaba desde 1995, y es nombrada Nieves Ibeas como nueva presidenta.

Ibeas recuerda aquellos momentos como “complicados” debido a los resultados obtenidos en las últimas elecciones, sobre todo en el Ayuntamiento de Zaragoza y en las Cortes de Aragón. Sin embargo, también destaca de aquel momento que “se había llegado a más localidades” y la implantación en el territorio iba en aumento.

La presidenta recuerda que la respuesta ciudadana consiguió “desanimar” un poco a la formación y dar “una sensación de desconcierto” a algunas personas. No obstante, los nuevos líderes del partido apostaron por realizar “una operación de renovación un poco más visible”. Así, se renovó desde la imagen del partido hasta las relaciones sociales o la forma de hacerlo internamente.

Este año, en las siguientes elecciones autonómicas y municipales la formación lograba mantener el número de escaños, aunque en esta ocasión no se sentarían en los escaños aragonesistas dos políticos históricos de la formación: Chesús Bernal y Chesús Yuste. Ambos abandonaban el Parlamento tras 16 años en él y dejaban paso a nuevas caras como Joaquín Palacín o José Luis Soro. Tras los resultados en los comicios municipales, la formación logró 23 alcaldías de la Comunidad y numerosos concejales por todo el territorio.

Situación actual

25 años después la formación ha pasado de estar formada por cerca de un centenar de personas a estar implantada en todo el territorio y a crecer de forma paulatina en toda la Comunidad. “Estamos en una situación muy buena porque la ciudadanía sabe que cuando asumimos responsabilidades de Gobierno o de oposición lo hacemos en serio”, ha explicado Ibeas.

Desde el partido apuestan por seguir manteniendo una ideología que un cuarto de siglo después no han cambiado. “Creemos en un proyecto de izquierdas y aragonesista que entiende que la política tiene que ser una actividad dignificada porque hay que dar ejemplo a todo el mundo y ser lo más transparente posible”, ha señalado.

Sin embargo, CHA no renuncia a adaptarse con el paso del tiempo ya que los debates van cambiando con el paso del tiempo y en la actualidad muchos de ellos no son los mismos que hace 25 años ni los actuales serán los mismos que dentro de 30. “Hay que irse adaptando y se va reaccionando a lo que surge socialmente, a lo que vive la sociedad y a lo que vivimos nosotros”. Todo ello sin perder en ningún momento de vista ni la esencia ni la ideología nacionalista.

(Texto publicado en Aragón Digital el 22 de agosto de 2011)

 

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