EL FUTURO DE CHA
Después de un fin de semana duro volvemos al despacho ese -enmoquetado o con parqué da igual- al que echan la culpa de nuestros resultados electorales. Y lo de duro no lo digo sólo por las diez horas de comité nazional del sábado: es que algun@s no tenemos edad ya para sufrir las consecuencias de los excesos de los fines de semana.
Lo de Cuarte del sábado no fue nada nuevo. Aprovechamos para felicitarnos l@s que teníamos algo que felicitarnos; habló mucha gente: otr@s no hablamos porque no queríamos repetir lo mismo mil veces; constatamos que hay gente que no escucha pero que habla demasiado, que a algunos les encanta escucharse a sí mismos, que otros escuchan sólo lo que quieren oír, etc. O sea, lo mismo de siempre: esas cosas que pasan en todos los sitios donde hay más de una persona y donde se tienen que tomar decisiones.
A pesar de algunas idas de cabeza por parte de alguno de los presentes, me alegré de no asistir a ningún linchamiento con retahílas de insultos, etc, que parece ser que era lo que esperaban los medios de comunicación, quizás porque alguien se lo habría anunciado.
Creo que vamos a ser mucho más list@s de lo que esperaban por ahí. Esperaremos y renovaremos, pero cada cosa a su tiempo. Sólo espero que cada un@ ponga su grano de arena para salir de esta situación. Cada un@ que lo ponga allí donde le toque: vamos a ser conscientes de lo que tenemos por delante, de los pueblos que tienen un alcalde o alcaldesa de Chunta -que nos necesitan fuertes y preparados para trabajar- y de los demás pueblos donde quizás hemos entrado por primera vez y tenemos que empezar a dar la cara y a demostrar la rasmia que les prometimos.
A mí no me gustaría que la renovación significara que vamos a jubilar a gente tan válida como los dos candidatos más agraviados estos días -Antonio Gaspar y Chesús Bernal- o como otras personas que han estado en el Consello nazional y que tienen mucho que hacer todavía por CHA.
Much@s hemos visto bien clarito cómo algun@s encendían fuegos para luego acudir a apagarlos y convertirse en héroes, haciendo culpables a los demás. Sólo espero que los pirómanos no crezcan en número por contagio ahora que tenemos bajas las defensas.
Sé que vamos a ser sensatos y no olvidaremos cómo se ha llegado hasta aquí. Y cuando digo hasta aquí me refiero a tener representación en todo el territorio, y no sólo en la ciudad de Zaragoza o en la montaña, que fueron nuestros lugares, pero donde todo lo que sube, baja, como en todas las partes...
A mí me gustaría que tod@s comenzásemos a trabajar por el mismo proyecto, por CHA, dejando de lado otros nombres, pero a veces veo cada cosa...
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